En la antigüedad, un símbolo notable de riqueza era el poseer tierras propias. Actualmente, con las grandes aglomeraciones de gente en las ciudades, diera la impresión de que esto ha perdido importancia; sin embargo, nada más lejos de la realidad. Adquirir inmuebles es un negocio que permanece fuerte y vivaz, siempre que la inversión se realice en un terreno de calidad.
De modo que, antes de salir a comprar los primeros lotes en Llanogrande, Antioquia que se vean, se deben considerar varios factores, que dependerán del uso final que se les quiera dar. Por lo general se clasifican en áreas de inversión o residenciales. Aunque, en ambos casos, se trata de la adquisición de un terreno baldío, sin ninguna construcción en ella; y por tanto, marcadamente más barato.
Se denominan residenciales aquellos lotes próximos o dentro de una zona en planes de urbanizar. Así, aun cuando técnicamente están vacíos, tienen muy cerca las facilidades de los sistemas eléctricos, de acueducto, viales y similares; lo que aumenta sus precios de manera perceptible, pero, también los hace perfectos para levantar una casa a la mayor brevedad posible.
En cambio, en los lotes de inversión la utilidad solo está limitada por la imaginación del que los adquiere, pudiendo construir una fábrica, unos edificios, un parque o destinarlo a la agricultura o ganadería. Incluso, simplemente esperar unos años a que crezca su valor y entonces, venderlo completo o en partes para obtener un retorno considerable de las ganancias.
Eso debido a que el mercado inmobiliario se considera uno de los más estables y seguros para inversores, principiantes o profesionales. Por supuesto, constantemente hay que tener en cuenta precauciones básicas, como verificar que todo el papeleo sea legal y esté al día, que no haya fallas en el terreno que lo vuelvan inhabitable o una pérdida y otras acciones parecidas que un asesor, con gusto, le informará.